Recursos en estimulación genital
Ser constante
Cómo mantener el ritmo justo antes del orgasmo. La repetición es tu aliada.
Para un gran número de personas, al sentir el aumento de tensión (o, quienes lo pueden identificar, cuando se acerca el orgasmo), seguir con lo que sea que estén haciendo en ese momento hace que esa sensación crezca hacia un clímax completo.
No hay que hacer ni más fuerte, ni más suave, ni más rápido, ni más despacio. Exactamente lo mismo.
Según parece, acercarse al orgasmo es una etapa aparte de la excitación, en la que incluso los cambios más pequeños tienen un gran impacto.
CUANDO LA CONSTANCIA ES LO MÁS IMPORTANTE
El acercamiento al orgasmo
Los segundos o minutos justo antes del orgasmo, llamado “el acercamiento”, son una etapa única y frágil para muchas personas, en la que es fácil perder la conexión con el cuerpo y lo que podemos percibir como orgasmo. Aquí es donde la constancia es muy importante.
El acercamiento comienza en el momento en el que se siente que la tensión aumenta mucho. Es muy posible que el movimiento que esté sucediendo en ese momento es que el que se querrá repetir hasta alcanzar el clímax.
En algunas categorías:
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Velocidad y ritmo. Misma velocidad, regular y constante.
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Recorrido y dirección.
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Patrón. Misma secuencia. (Por ejemplo, si estás haciendo tres pequeños círculos en la capucha, seguidos de uno más largo y más bajo que acaricia el clítoris, continua con el mismo patrón.)
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Ángulo de penetración. Sea cual sea la posición, ángulo o profundidad de la penetración.
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Presión. Siempre la misma, ya sea ligera, deslizándose sobre la piel, moviendo la piel o masajeando bajo la piel.
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Sin pausas. Esto es muy importante. Constancia quiere decir sin paradas, sin pausas. A menos que estés intentando evitar y retrasar el orgasmo intencionalmente.
Rodear
El glande del clítoris suele ser hipersensible. Muchas veces lo mejor es evitar tocar la parte expuesta y en su lugar mover la piel que lo rodea. La piel sirve como una suave manta. Mueves la manta y con ella el cuerpo y glande del clítoris. Y esto hace que te derritas de placer. Hay muchas formas de hacerlo, cada una con sensaciones muy diferentes.
Cuando hablamos de placer, “intensidad” es una palabra que puede tener distintos significados. Quizás a todes nos gusta el placer intenso... pero cuando se trata del clítoris, aplicar demasiada intensidad en la zona expuesta puede no ser la mejor idea. A veces, cuanta menos presión y menos contacto directo, menos irritación y dolor, y más sensaciones buenas.
Algunas de las técnicas más frecuentes y populares tienen en común la estimulación del clítoris aplicando menos intensidad. Rodear el clítoris hace que el contacto sea más suave y agradable. Permite el tipo de estimulación y presión constante que muches necesitan para aumentar el placer y llegar al orgasmo. Averiguar qué tipo de rodeo es mejor en las distintas etapas es uno de esos divertidos experimentos en los que podemos entretenernos y aprender de nuestro cuerpo.
CAPAS MÁS GRUESAS
La forma menos directa de tocar el clítoris es poner muchas capas entre el glande y lo que uses para tocarlo.
Puede agregarse ropa, piel o contacto indirecto. También es importante elegir el momento adecuado (para cada quien).
Como siempre, las sensaciones varían de persona a persona así como dentro de las diferentes etapas de la excitación, e incluso puede cambiar de un día a otro, sobre todo en personas que tienen ciclos hormonales.
Insinuar
Insinuar es como pasar por delante sin llegar a llamar a la puerta... todavía. Se puede aumentar la anticipación e intensificar el placer pasando por un punto sensible, una y otra vez, pero tocándolo solo ocasionalmente.
INSINUAR POR TODA LA ZONA
Con este enfoque, durante el calentamiento acaricias suavemente todo menos los labios y el glande. Se puede ir de muslo a muslo, saltarte la zona o rodearla en el último momento. Es un tipo de estimulación "no genital" (aunque finalmente será genital).
INSINUAR CERCA DE LA ABERTURA
Con este enfoque te vas a mover cerca de la abertura y simular entrar... pero después no lo haces. Podes repetir esto una y otra vez, y entrar de vez en cuando un poquito, pero es más una visita de pasada que una visita para quedarte. Podes hacer movimientos circulares alrededor de la abertura o moverte desde la capucha del clítoris hasta la abertura, penetrando solo un poquito en alguna pasada. También podes mantener un dedo, un juguete o el pene casi a punto de penetrar mientras estimulas el clítoris.
INSINUAR CERCA DEL GLANDE
Con este técnica, te vas a acercar repetidamente al glande del clítoris pero solo le prestarás atención de vez en cuando. Podes moverte de lado a lado, pasar sobre el clítoris y rozarlo solo de vez en cuando. También podés pasar por los labios arriba y abajo, parando cerca del clítoris o alrededor de él y dando unos pocos toquecitos directos.
Acentuar
Un poco más donde más gusta. El placer no es simétrico, y prestar más o menos atención al glande del clítoris puede resultar mucho más placentero que tratar a todas las partes por igual. La mayoría de las personas tienen ciertos lugares donde sienten más placer que el propio glande, y un poco de presión extra en esos lugares puede que sea lo que necesitan para disfrutar más. Es como un buen masaje en la espalda. Le prestas atención a toda la espalda, pero si hay una contractura se merece un poco de atención adicional.
CADA PARTE DE TU MOVIMIENTO ES DIFERENTE
El punto donde el contacto puede generar el mayor placer no tiene por qué ser en el mismo centro, ni siquiera de manera simétrica.
Algunas personas prefieren más atención en el lado derecho, otras lo prefieren en el lado izquierdo. Muchas prefieren la parte alta, en el pubis, o incluso en una zona pequeña, la mayoría prefieren un lado sobre el otro.
En lugar de centrarse ese lugar en concreto, podrías probar con un movimiento repetido que pase sobre estas zonas.
Cuando lo encuentres, podrías acentuar esa parte del movimiento con más presión o velocidad para estimularlo un poco más.
AFINAR TU PLACER CON LA ACENTUACIÓN
Podes acentuar parte de cualquier movimiento. Por ejemplo, si el lugar que se siente mejor es el lado izquierdo de la parte alta, podes acentuar ese lado con más presión en tu movimiento, presionando más firmemente mientras pasas por esa zona.
Por ejemplo, en un movimiento de repetición arriba y abajo, podes presionar con más firmeza en el descenso cuando estés sobre ese lado superior izquierdo.
En un movimiento repetitivo de lado a lado, podes presionar un poco más en la piel cada vez que pases por el lado izquierdo.
O, en lugar de presión, podrías acentuar con más velocidad y más fuerza de izquierda a derecha, y más lento y suave de derecha a izquierda.
O en un movimiento oval repetitivo en la parte de arriba, podrías parar y comenzar cada óvalo con más presión en la parte superior izquierda.
Con distancia
Las telas, texturas y selección de zonas alejadas del glande, vestíbulo y abertura, se pueden regular algunos estímulos, como por ejemplo, disminuir la intensidad de la vibración de un juguete que apura la fase de tensión o que genera mucha sensibilidad.
Tejidos entre la vibración y la piel
Pensá en un tejido extra que podés usar entre el vibrador y tu piel. Dependiendo de la textura y el grosor, la tela puede cambiar la vibración, variar la intensidad dejar que el vibrador se deslice y resbale, o incluso dirigir las vibraciones hacia donde mejor se sientan.
Incluso en el nivel más bajo, las vibraciones pueden resultar un poco molestas si las aplicas justo en el glande. Propagar es una forma de suavizar esas vibraciones. El vibrador presiona contra un punto cercano y las vibraciones llegan al clítoris viajando a través de la vulva, el pubis o incluso a través de los muslos.
Cerca del clítoris, no en él
Colocar el vibrador en una zona cercana al clítoris proporcionaría vibraciones más suaves y difusas. Esto puede ser especialmente bueno al principio de una sesión, o para crear expectación y hacer que el cuerpo anhele más, o como una forma de tardar más y llegar a un nivel de tención mayor.
Basado en información de OMGYes.
La misma seguirá ampliándose en próximo.