Sistemas Genitales
Los genitales son sistemas complejos de tejidos eréctiles (que se llenan de sangre), muy irrigados, muy sensibles y muy inervados. O sea, tienen mucho flujo sanguíneo y nervioso. No son binarios, pero acá vamos a plantear el funcionamiento con variaciones binarias.
Funcionan más o menos así, dependiendo su forma:
Sistema Vulvo-Uro-Vaginal
Sistema Clitorial
El sistema vulvo-uro-vaginal está conformado por varias estructuras incluyendo (o siendo) el sistema clitorial. Por fuera: perineo, labios externos, labios internos, vestíbulo de la vulva, horquilla (o fourchette), introito (u orificio) vaginal, meato (u orificio) urinario, frenillo, glande, prepucio y pubis. Por dentro: glándulas vestibulares (antes “de Bartholino”), vagina (1), glándulas parauretrales (antes “de Skene”), esponja uretral, uretra, cuerpo del clítoris, ligamento suspensorio, patas o crura del clítoris, bulbos del clítoris, esponja perineal, vejiga, útero, trompas uterinas y ovarios. Sosteniendo todas estas estructuras existe un suelo pélvico que es un conjunto de músculos que sirve de sostén para mantener los órganos y estructuras en la posición adecuada dentro de la pelvis, asegurar la continencia urinaria y fecal, ayudar en un posible parto y contribuir a la estabilidad lumbar.
(1) Es importante saber que la vagina es un canal muscular VIRTUAL, es decir que, en estado de reposo, sus paredes colapsan entre sí, no hay luz en su interior, sólo tiene el potencial de “abrirse” en estado de excitación. Y no siempre sucede.)
Suelo pélvico
Para que nuestros genitales se exciten (y nosotres nos excitemos, lo cual no siempre sucede al mismo tiempo) es necesario que, aparte de recibir los estímulos adecuados (para nuestro cuerpo y para nuestra subjetividad), nuestro sistema nervioso se encuentre relajado, o, técnicamente, en activación de nuestro sistema nervioso parasimpático. Esta activación es la que nos permite llevar adelante conductas apetitivas (en general placenteras) como comer, ir al baño, leer, entre otras cosas, e inclusive elegir dónde poner nuestra atención (2).
Si estamos en este estado de reposo y recibimos los estímulos que nos resultan adecuados, nuestro sistema nervioso central libera testosterona, estrógenos, progesterona y dopamina. Entre los varios mensajes que transmite, envía sangre a las estructuras eréctiles del clítoris, sobre todo a los bulbos. Los bulbos pueden aumentar de una 50 a un 300% su tamaño al pasar del estado de reposo al de excitación.
(2) Más información sobre Sistema Nervioso y función genital/sexual aquí)
La congestión sanguínea (o erección, porque sí, los clítoris se paran) de los bulbos tiene por lo menos tres funciones (aparte de la potencial sensación de placer). Como rodean las paredes de la vagina, al llenarse de sangre y aumentar su tamaño, se separan uno del otro, por lo que facilitan la apertura de la vagina. Por otro lado, esa congestión vuelve al tejido eréctil suave y mullido, sirviendo de “amortiguación” interna para cualquier tipo de penetración, evitando que las mucosas se lastimen y los tejidos puedan doler. Y finalmente, la lubricación. ¿Cómo? Bien, como todo tejido del cuerpo que se llena de sangre, aumenta su temperatura. Cada vez que en nuestro cuerpo se registra un aumento de la temperatura, nuestro sistema le indica buscar la homeostasis, o sea, el equilibrio, por lo cual busca enfriar la zona por medio de la transpiración. La vía por la cual los bulbos, en el interior del cuerpo, se conectan con el exterior es la vagina. Es entonces allí donde ocurre y se liberan fluidos para disminuir la temperatura: transpiración en mayor medida [lubricación por trasudación], flujos vaginales y algunos fluidos de las glándulas vestibulares .
En consecuencia, sin excitación (por lo menos de nuestros genitales), la penetración se tornaría dolorosa y casi imposible.
Ahora ¿cómo pasamos del estado de excitación al orgasmo? Acá la cosa se complica. Nuestro cuerpo aumenta [progresivamente] tanto la tensión muscular, nuestro corazón late tan rápido, respiramos tan agitadamente que de repente, por acción de la noradrenalina, nuestro sistema nervioso simpático se activa, aparece la descarga motora del orgasmo y nuestro cerebro comienza a liberar oxitocina y endorfinas opiáceas. Es una activación simpática repentina, un gatillazo que liberaría también mucha prolactina, la que nos generaría relajación muscular nuevamente y sensación de saciedad. O no.
Sistema pene - conductos - próstata - testículos
Este sistema está conformado por varias estructuras análogas al sistema anterior. Por fuera: perineo, escroto, cuerpo o tronco del pene, prepucio (si no fue circuncidado), glande y pubis. Por dentro: testículos, epidídimo, conductos deferentes, vesículas seminales, próstata, vejiga, uretra, glándula bulbouretral, cuerpos cavernosos, cuerpo esponjoso, ligamento suspensorio. Sosteniendo todas estas estructuras existe un suelo pélvico que es un conjunto de músculos que sirve de sostén para mantener los órganos y estructuras en la posición adecuada dentro de la pelvis, asegurar la continencia urinaria y fecal, y contribuir a la estabilidad lumbar.